lunes, 30 de diciembre de 2013

Cerrando 2013




http://bit.ly/19BMYyj

A dos días de cerrar el 2013 y después de algo más de un año de andadura del blog, os mando un resumen de los post publicados, destacando los diez que más visitas han tenido, o bien que mejores comentarios han provocado, o bien que a mí más me han gustado.

Espero estar con todos vosotros durante el 2014, con entradas que os resulten útiles e interesantes y os invito a participar con vuestros comentarios, que siempre son bienvenidos.


Los “elegidos” por unos cuantos lectores:

jueves, 19 de diciembre de 2013

“No te impidas ser feliz”



Estas son fechas en las que repasamos el año que se va y miramos, con cierta incertidumbre, hacia el que entra. Dejamos atrás 365 días, en los que casi seguro, ... hubo de todo. La vida es así. Y damos paso a esa sensación extraña en la que se mezcla la ansiedad por lo nuevo, con el vértigo por despedir otro año más.

Esperanzados, confiamos en continuar con nuestros proyectos durante los doce próximos meses y en estar más cerca de esa oportunidad de cumplir nuestros sueños y deseos.

Queremos cargar de magia la entrada de ese nuevo año, llenándola de rituales y suertes supersticiosas. pensamos que quizá ¡sea este el gran año!, el de la promoción, el del buen empleo, el de independizarse, el de encontrar pareja,... Y, sin embargo, el encuentro con la felicidad no es cosa de una lotería, ni de grandes ideas, ni de golpes de suerte. Es una cuestión mucho más accesible y simple, que está compuesta de pequeños detalles cotidianos que te permiten ser feliz.

De la mano de Pablo Neruda, te dejo las siguientes reflexiones para la vida.


“No te impidas ser feliz”

Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos
trayectos,
quien no cambia de marca
no se atreve a cambiar el color de su
vestimenta
o bien no conversa con quien no
conoce.
Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino
de emociones,
justamente estas que regresan el brillo
a los ojos y restauran los corazones
destrozados.
Muere lentamente
quien no gira el volante cuando está infeliz
con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir
detrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos ...
¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡NO TE IMPIDAS SER FELIZ!


En estos días, desearte que disfrutes de la buena compañía de tu familia y amigos. Y que en 2014, des buenos paseos, leas, cambies de trayecto, encuentres la pasión, gires el volante si no eres feliz, y persigas tus sueños.

Muchas felicidades.

Mercedes Gigosos G.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Solo un cuento...

http://bit.ly/1brnNuH

A lo largo de la vida, hay momentos que no se nos olvidan, en unos casos, por lo que disfrutamos o por lo felices que nos sentimos, en otros, por su dureza, por lo tristes que nos supieron,…; pero además de momentos, hay segundos, segundos que son inolvidables. 

Algunos de ellos lo son porque marcan un antes y un después en nuestra vida o, mejor dicho, en la manera de ver nuestra vida; me refiero a ese segundo en que uno “toma conciencia”, “se da cuenta”, “cae”, “topa con una realidad” que posiblemente llevaba allí mucho tiempo pero no habíamos percibido. Esos segundos son claves en los procesos de coaching, porque marcan el inicio de un cambio; un cambio que, con frecuencia, lleva al encuentro con nosotros mismos.  

Os dejo este pequeño cuento que trata de eso, de “tomar conciencia”.

Megg tiene 40 años y un proyecto. Todos los días fotografía a muchos de los niños que trabajan en la basura, en los campos, en la calle. Desde hace un tiempo, también retrata a mujeres mientras hacen sus labores. El esfuerzo, la soledad, el cuidado, la abnegación, la resignación, la obediencia, la tristeza… son las emociones que recoge con su cámara. 

Le gusta lo que hace, no tanto lo que ve. Cada día cuando observa los resultados de su trabajo, siente que hay algo que hacer, pero también siente impotencia.