domingo, 12 de mayo de 2013

¿Tienes muchas cosas pendientes?

Foto: Mercedes Gigosos

Ahora que estamos en la época del año en que “¡hay que hacer la Declaración de la renta!” te sonará eso de: “¡mañana me pongo con ella!”, “¡Este fin de semana la hago sin falta!”, “¡Horror!, ¿dónde tendré los papeles?”,…. Y es que hay obligaciones que suponen una tortura, y que posponemos una y otra vez, hasta que no queda otra.

Este post está dedicado a eso, a la lista de cosas pendientes. Y está dirigido a todas aquellas personas que quieran reducirla, e incluso, eliminarla, consiguiendo con ello una gran sensación de libertad.

Empecemos con un corto ejercicio: haz el pequeño esfuerzo de enumerar esas tareas que pospones una y otra vez, y aún mejor, ¡anótalas! Ahora, piensa en cuáles son las razones que te llevan a postergar sistemáticamente alguna de estos “debería hacer”. ¿Las causas son distintas, verdad? En algunos casos, los evitamos porque son tareas que nos aburren; en otros, huimos de esas tareas porque no queremos afrontarlas.


Hacer frente y resolver la lista de temas pendientes es, en muchas circunstancias, el ejercicio previo al cambio deseado, por eso es importante. Queremos y nos proponemos vivir de otra manera, pero hay una serie de “debería” pendientes que pesan muchísimo y aparecen como grandes o pequeñas piedras en el camino.

Limpiar el espacio de estas piedras tiene un gran poder psicológico y motivacional: esa limpieza es un empuje para comenzar con ese cambio deseado, nos refuerza positivamente al observar los logros conseguidos; además según las vamos eliminando, nos llenamos de una sensación de ligereza y libertad. Pero lo que es más importante, tomamos control de las cosas y decidimos que habrá temas que sí pospondremos, pero lo decidimos con conocimiento de causa y sin “culparnos” por ello.

Por todo esto, te animo a afrontar la primera de las tareas: decidir qué razones te paralizan frente a cada una de tus cuestiones pendientes. Talane Miedaner, en su libro Coaching para el Éxito, enumera seis posibles causas:

  1. Porque no te gusta esa tarea, ese trabajo, ese deber, de modo que lo dejas de lado el mayor tiempo posible.
  2. Porque no sabes cómo resolverlas.
  3. Porque te falta tiempo.
  4. Porque no sabes si realmente quieres hacer lo que te propusiste.
  5. Porque tienes un bloqueo y necesitas que te empujen para comenzar.
  6. Porque necesitas tiempo para reflexionar.

Coge tu lista de cosas pendientes y clasifica en función de estos seis puntos. El simple hecho de identificar la causa te pondrá en el camino para solucionar o resolver estos asuntos que tanto pesan en las agendas diarias. Así, cada vez que piensen: ¡tendría que hacer …… (que ya debía haber hecho)!, reflexiona sobre qué te hace dejarlo, una y otra vez. Ahí tendrás la clave para afrontarlo y eliminarlo de esa antipática lista.

Y si, por el contrario, decides que lo vas a seguir posponiendo porque tienes cosas más importantes que hacer o porque no es el momento, hazlo con conciencia y con conocimiento de causa.

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